¡Contras! Se me había olvidado poner el vídeo de la excursión al Coriscao con raquetas.
La hicimos el 14 de febrero. Si, ya ha pasado casi mes y medio, pero mejor tarde que nunca. El dia que nos hizo fue espectacular: completamente despejado y sin apenas viento. Salimos Begoña, David, las perras y yo desde San Glorio hacia Collado de Llesba, donde nos hicimos una foto junto al oso, y desde ahí por todo el cordal ascendiendo poco a poco hasta el Coriscao. Poco antes de llegar se nos perdió Tina (la mastina), que se fue a su bola en busca de vete tú a saber qué. Estuvimos buscándola unos diez minutos, pero de la misma forma que se extravió, sin darnos cuenta, volvió a reaparecer ella sola. Después de que volviese la perra nos tocó subir por la pala del Coriscao, que quien haya estado sabe que se hace durilla. A media pala optamos por quitarnos las raquetas, pues unos 5cm. por debajo de la nieve había una pequeña capa de hielo que hacía resbalar las raquetas, y, aunque parezca mentira, se iba mejor sin ellas. Al encumbrar nos encontramos con que había más gente que en el Paseo Pereda. Bueno, es una exageración, pero 20 personas si que habría. Allí comimos, y al poco empezamos la vuelta, que fue mucho más rápida porque directamente bajamos hacia el coche sin pasar por el Collado de Llesba.
Ahí va el vídeo:
¡¡¡HAPPY TRALS!!!
La hicimos el 14 de febrero. Si, ya ha pasado casi mes y medio, pero mejor tarde que nunca. El dia que nos hizo fue espectacular: completamente despejado y sin apenas viento. Salimos Begoña, David, las perras y yo desde San Glorio hacia Collado de Llesba, donde nos hicimos una foto junto al oso, y desde ahí por todo el cordal ascendiendo poco a poco hasta el Coriscao. Poco antes de llegar se nos perdió Tina (la mastina), que se fue a su bola en busca de vete tú a saber qué. Estuvimos buscándola unos diez minutos, pero de la misma forma que se extravió, sin darnos cuenta, volvió a reaparecer ella sola. Después de que volviese la perra nos tocó subir por la pala del Coriscao, que quien haya estado sabe que se hace durilla. A media pala optamos por quitarnos las raquetas, pues unos 5cm. por debajo de la nieve había una pequeña capa de hielo que hacía resbalar las raquetas, y, aunque parezca mentira, se iba mejor sin ellas. Al encumbrar nos encontramos con que había más gente que en el Paseo Pereda. Bueno, es una exageración, pero 20 personas si que habría. Allí comimos, y al poco empezamos la vuelta, que fue mucho más rápida porque directamente bajamos hacia el coche sin pasar por el Collado de Llesba.
Ahí va el vídeo:
¡¡¡HAPPY TRALS!!!
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